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La llamaban Srta. Jedai. Tenía la asombrosa habilidad, decían unos, o el extraordinario poder, afirmaban otros, de hacer y deshacer a su antojo su mundo en cuestión de segundos solo con las palabras.
Lo que no les quedaba (del todo) claro era el lado hacía el que esa fuerza se decantaba, pues tan pronto era capaz de crear de la nada todo, como de reducirlo todo a nada.
Quizás siempre estuvo nadando entre dos aguas…
Agosto 2018
Directas & Indirectas 
Muchísimas gracias por compartir 😉
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